Cada vez que encendemos una luz eléctrica, creamos una fuente de luz que, siendo diferente de la solar, tiene características diferentes.
Además de la fuerza de la luz de la fuente de luz, que depende de la potencia y el tipo de bombilla, debemos tener en cuenta otro factor. Dependiendo del tipo de bombilla, obtendremos una representación de color diferente.
Cada color deriva del reflejo de la luz que golpea la superficie del objeto. Si la luz que lo ilumina tiene un espectro de luz diferente, se obtendrán diferentes colores.
Entonces, además del uso que debemos hacer de la luz, para qué operación necesitamos, debemos considerar qué consistencia en la reproducción del color que necesitamos.
Las lámparas halógenas tienen una excelente reproducción del color, las lámparas fluorescentes tienen una alta eficiencia luminosa pero tienen una baja reproducción del color, las lámparas incandescentes crean una luz amarillenta. P>