Antes de comenzar la obra tenemos que decidir si construir un sistema de superficie o subterráneo.
Si tiene un jardín pequeño de hasta 200 m2, es recomendable utilizar un sistema de superficie compuesto por un colector de mangueras, un pulverizador y molinetes.
En el caso de un jardín más grande o muy articulado, será conveniente un sistema subterráneo con una unidad de control de programación.
Gracias a este tipo de sistema puedes:
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Riego automático y controlado de las diferentes áreas del jardín
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Fertilizar a través de las tabletas especiales que se insertarán dentro de la planta.
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Creando un mejor efecto estético, de hecho nunca tendrá tuberías visibles en el jardín.