Una vez que hayan caído las hojas y flores de la planta, podemos pensar en recoger los bulbos para poder replantarlos la temporada siguiente.
Primero debemos mojar la tierra para facilitar las operaciones de excavación y así evitar dañarlas.
Luego las limpiaremos y dejaremos secar, solo en este punto podremos proceder a los pasos para su conservación.
En primer lugar tendremos que espolvorearlos con fungicidas y pesticidas para evitar que sean devorados por insectos o atacados por mohos (solicite estos productos a su viverista de confianza).
En este punto podemos ponerlos en cajas llenas de aserrín o meterlos en medias de nailon suspendidas