La conocida trucha de agua dulce, ya conocida en varias culturas europeas en la Edad Media, ahora es suplantada por la trucha arco iris, que proviene de granjas.
Se presta muy bien a la parrilla pero para evitar el riesgo de dejar la mitad en la propia parrilla, limpiamos y engrasamos la trucha y la parrilla con abundante aceite.
Después de haberle quitado todas las aletas, destripado y lavado con agua corriente, colóquelo en una superficie de trabajo y séquelo bien con papel casero.
Llenemos la barriga con:
- sal
- pimienta
- romero
- dientes de ajo
- limón en rodajas
Ponemos las truchas a la parrilla durante 15 minutos, volteando el pescado de vez en cuando (teniendo en cuenta las truchas que pesan unos 500g).
Perfecto acompañado de salsa verde y un buen vino blanco, fragante y redondo.