El medidor de agua es el primer elemento del sistema doméstico: se usa para medir la cantidad de agua utilizada y que se carga en la factura.
La compañía de distribución de agua conecta la conexión inferior del medidor a la tubería que proviene del acueducto, mientras que la superior está conectada a la válvula de cierre del sistema doméstico.
La lectura de los volúmenes de agua utilizados se realiza en metros cúbicos utilizando las cifras que aparecen en el contador numerador, cifras que indican digitalmente las indicaciones analógicas indicadas por las manos.
El medidor de gas
Este medidor mide los volúmenes de gas utilizados por el sistema de calefacción doméstica y es suministrado por la compañía de gas.
Tiene una conexión para la tubería de entrada de gas y otra para la tubería de suministro. A partir de este ataque comienza nuestra parte de la planta, de la cual somos directamente responsables.
Las conexiones de las tuberías de gas siempre deben ser realizadas por un técnico especializado: solo un experto nos pone a salvo de accidentes muy peligrosos. ¡Nunca realice trabajos solo en el sistema de gas!
La fuga de gas metano o gas de la ciudad provoca una mezcla explosiva con el oxígeno del aire que puede explotar al menor encendido, como la chispa eléctrica dentro de un interruptor o una campana. El gas de la ciudad también libera dosis masivas de monóxido de carbono, mortal para quienes lo respiran.
Estas son las características de un medidor típico utilizado normalmente en nuestros sistemas domésticos:
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Modelo para agua fría hasta 30°C.
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Lectura directa con rollos de numerador.
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Para aguas turbias o con sedimentos calcáreos.
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Compartimento del rodillo numerador protegido por una carcasa estanca.