La conexión entre el equipo de higiene individual y las respectivas tuberías de descarga consiste en un tubo curvo llamado "sifón".
Dentro del sifón, que puede tener diferentes formas y estar hecho de diferentes materiales, siempre hay una cierta cantidad de agua que impide el retorno y la salida de olores desagradables.
Debido a su forma particular, los sifones ralentizan el flujo de aguas residuales y, por esta razón, pueden obstruirse fácilmente.
Para eliminar estos bloqueos desagradables, a menudo es suficiente presionar enérgicamente el orificio de drenaje con la ventosa tradicional, después de haber cubierto el orificio de drenaje del "rebosadero" con un paño húmedo.