El período entre la concepción (y no el apareamiento) y el parto se llama embarazo: este período varía de 58 días a un máximo de 70 días.
Es difícil notar antes de un mes si la perra está preñada, pero a partir del trigésimo día el aumento del abdomen y la modificación del carácter que se vuelve más tranquilo y el aumento o disminución del apetito pueden ser signos próximo nacimiento de cachorros.
Sin duda, el veterinario someterá al perro a una serie de pruebas:
En este punto, sería bueno mejorar su dieta, realizar caminatas frecuentes e introducir preparaciones minerales o vitamínicas a mediados del embarazo, solicitando primero consejo a su veterinario. También será necesario desparasitar al perro con un producto de acción suave.
Sin embargo, no tiene que preocuparse mientras espera porque el parto es un evento completamente fisiológico que ocurre, en la mayoría de los perros, muy fácilmente.
Lo importante es pensar en dónde tendrá que dar a luz: hay que proporcionar un alojamiento cómodo para toda la familia comprando una caja en tiendas especializadas o, por qué no, practicando un "hazlo tú mismo" barato.
Los posibles problemas que pueden ocurrir durante el embarazo son: