La placa y el sarro son los enemigos más insidiosos de los dientes del perro: desde la mineralización del primero pasa hasta la formación de sarro que provoca no solo problemas dentales y bucales sino también al corazón y al hígado. El mal aliento es una indicación de mala higiene bucal.
Todo tipo de perro lo necesita: podemos utilizar un CEPILLO DE DIENTES de cerdas suaves o el DEDAL de goma, mejor tolerado por el animal.
Empiezas a pasarlo por fuera y luego poco a poco te mueves por dentro: acostumbrado a esta operación puedes probarlo con el cepillo de dientes.
El cepillado de los dientes debe realizarse dos veces por semana utilizando una solución indicada por el veterinario o simple bicarbonato de sodio.
Para el veterinario
Si hay una gran cantidad de sarro, es necesario proceder, en cambio, a una operación específica realizada por el veterinario bajo anestesia general.