Empecemos hablando de ansiedad: el miedo es una sensación natural pero es necesario descubrir las causas de los miedos desde una edad temprana para remediarlos y hacer que el miedo se convierta en una fobia y el perro entre en pánico.
Una terapia con medicamentos que se acuerde con el veterinario puede ser útil para calmar al perro.
La ansiedad por separación es un problema que se presenta con bastante frecuencia y que aparece en el cachorro entre la octava y la vigésimo cuarta semana de vida. Si el dueño se va, el perro reacciona aullando y ladrando, orinando y defecando por todas partes o destruyendo cualquier cosa.
La ansiedad por separación se origina en una relación incorrecta que se ha creado entre el perro y el dueño que aún puede resolverse con un poco de paciencia. Sin embargo, es posible asociar una terapia con medicamentos.
En los perros, la depresión se manifiesta por una disminución de la receptividad a los estímulos: es apático, inapetente, con graves problemas de sueño. Será bueno llevar al perro al veterinario para evitar que la depresión se vuelva crónica.
En los perros, las anomalías conductuales en el ámbito sexual son raras y los trastornos reales de la esfera sexual están vinculados principalmente a una alteración de la impronta, es decir a la compresión de las características y comportamientos propios de sus semejantes a partir de la madre. Por tanto, es fundamental no separar al cachorro de su madre antes de los dos meses de edad.