El coronavirus causa gastroenteritis grave. La patología esporádica puede tener resultados epidémicos en presencia de numerosos animales, como perreras, granjas y escuelas de entrenamiento.
El vehículo infeccioso se compone de heces de animales infectados o de perros curados y portadores sanos. Los cachorros son más propensos al contagio, pero los perros pueden verse afectados a cualquier edad.
Los primeros síntomas suelen aparecer ya desde el primer día de la infección: vómitos, diarreas o heces blandas y malolientes, ricas en mocos de color amarillo verdoso y en ocasiones hemorrágicas.
La diarrea puede durar meses y provocar la deshidratación y la pérdida de peso del perro. Este tipo de infección puede ser fatal, especialmente en cachorros. La terapia médica es de apoyo y tiene como objetivo combatir la deshidratación y la aparición de infecciones secundarias.