Al perro le encanta estar al aire libre pero es recomendable poner en marcha algunas medidas más en las estaciones más extremas.
INVIERNO : aquí hay que prestar mucha atención a los cambios bruscos de temperatura. Antes de la caminata, el perro debe mantenerse en el pasillo de la escalera para comenzar a aclimatarlo, especialmente esto se aplica a cachorros, perros ancianos, perros de pelo corto y/o pequeños.
Recomendamos un abrigo o un suéter viejo que puede resultar especialmente útil en estos casos. Sin embargo, recuerda realizar caminatas cortas para evitar la aparición de enfermedades respiratorias y para que la dieta de tu perro sea más rica en calorías y proteínas, especialmente si vive al aire libre.
VERANO : aquí se aplican las mismas recomendaciones que para los humanos. Camina por la mañana o al final de la tarde y en las horas más calurosas para mantener al perro a la sombra. Nunca deje al perro encerrado en el automóvil, incluso con las ventanas bajas, porque el habitáculo no permite una ventilación adecuada.
Los perros, de hecho, no tienen glándulas sudoríparas como los humanos y, por lo tanto, no pueden dispersar el calor a través del sudor: ¡el único método de enfriamiento que poseen se basa en el intercambio de aire a través de la respiración! p>
¿Cuándo comer en verano?
En la temporada de calor, la comida se debe dar por la mañana o por la noche, ya que los perros tienden a no comer en el calor.
Intentamos preferir los alimentos secos, que se deterioran menos, y los alimentos con menos energía. ¡Lo importante es no olvidar nunca un buen cuenco de agua limpia y fresca!