El sistema tegumentario del perro consta de dos estructuras:
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la piel misma y los folículos pilosos relacionados y las glándulas sudoríparas presentes en las almohadillas plantares y la nariz
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las glándulas paranales, que son utilizadas por el perro para "marcar el territorio"
El folículo piloso está formado por el pelo insertado en su propia glándula a la que también se une la glándula sebácea. Los pelos forman el pelaje, que juega un papel importante en la termorregulación.
La piel actúa como barrera, protege contra los rayos infrarrojos y ultravioleta y otros agentes físicos. Tiene acción metabólica y es útil para el almacenamiento de grasas.
Las glándulas sudoríparas exocrinas se utilizan para mantener la piel suave y flexible; Los ecrinos están presentes en las almohadillas plantares y en la nariz y se utilizan exclusivamente para expulsar líquidos.