Supongamos que hay un ejército de parásitos listos para acechar en el perro y se pueden distinguir en:
La infestación de parásitos internos es particularmente amenazante para los cachorros debido a la facilidad con la que puede ocurrir y las complicaciones que puede causar. En los cachorros, la infestación de gusanos se produce directamente de la madre al feto a través del útero o de la leche materna.
En la edad adulta, sin embargo, se origina por la ingestión de huevos, larvas y parásitos presentes en el medio externo o por vectores (como garrapatas).
No es fácil notar inmediatamente que el perro está infestado: sin embargo es posible reportar una serie de síntomas, claros detectores de su presencia:
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cabello sin brillo
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picazón anal
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aparición de pequeños gusanos en las heces recién emitidas
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fatiga desmotivada, pérdida de apetito
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pérdida de peso inexplicable, diarrea y vómitos
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aparición de fenómenos alérgicos
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anemia
Los gusanos que pueden infestar a tu perro pertenecen a dos grupos:
Los gusanos redondos vienen en tres tipos diferentes: gusanos redondos, anquilostomas y triquiáuridos