La transmisión del virus puede ocurrir en el útero, durante la gestación o en el paso del canal vaginal o por contacto directo con animales adultos que son portadores sanos.
El virus se multiplica en la mucosa nasal, en las amígdalas y luego la infección se extiende por todo el cuerpo provocando la muerte de células en múltiples distritos.
Prevención
En la actualidad, no existen terapias o preparados farmacológicos que permitan su control.
Se recomienda realizar repetidos lavados antisépticos del tracto genital antes del parto y cuidar las condiciones higiénicas tras el nacimiento de los cachorros; de hecho, ¡los propios cachorros, si son afectados por el virus, pueden morir en 24 horas!