¡Este es un momento verdaderamente único!
Primero debes preparar la caja despejándola de cojines, trapos y objetos diversos y sujetar toallas limpias al fondo de la caja que se cambiarán a diario para evitar problemas higiénicos y evitar que los pliegues de los trapos asfixien a los cachorros.
Ya en los días previos al feliz acontecimiento podrás ver el cambio en el comportamiento de la perra que raspará el suelo, se inquietará mucho, no comerá ni vomitará comida. También buscará la oscuridad y la soledad para "crear el nido".
El parto se realiza fácilmente si la perra se queda sola y sola. A veces es posible observar el rompimiento de las aguas que preceden al nacimiento en unos 30-40 minutos.
Después de unos cuantos empujones fuertes, el cachorro será expulsado hacia la membrana que el perro romperá rápidamente con los dientes y cortará rápidamente el cordón umbilical. Casi de inmediato expulsará la placenta que se tragará para dejar todo perfectamente limpio.
Al primer cachorro le siguen todos los demás que pueden nacer indiferentemente en presentación cefálica o de nalgas. Si la madre no cuida a los recién nacidos, será necesario:
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libere a las crías de la membrana;
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cortar el cordón umbilical esperando un par de minutos y cortarlo con unas tijeras bien desinfectadas a 2-3 cm del abdomen, después de atarlo con hilo;
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abra la boca del cachorro para liberarlo de la mucosidad sosteniéndolo boca abajo;
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sacuda al cachorro con algo de energía para ayudarlo a comenzar a respirar;
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masajee al bebé en el abdomen y el pecho suavemente para mantenerlo caliente.
El parto puede durar 3 o 4 horas para que se considere normal pero si transcurren 2 o 3 horas sin que la perra haya tenido otras premitas, a pesar de tener otros cachorros en su regazo, lo mejor es contactar con un veterinario que pueda solucionar el problema practicando un Cesárea.
Cuando termina el parto, colocamos un tapete limpio en la caja y dejamos al perro tranquilo y en la penumbra.