En la naturaleza, cuando la hembra entra en celo, desprende un olor particular que atrae a los machos.
Primero ingresarán al territorio donde la hembra está en celo sin ser notados, luego comenzarán furiosas peleas para determinar quién es dominante.
El gato atraerá pretendientes maullando y acariciando. Pero recibirá a todo aquel que quiera acercarse a ella con golpes y arañazos.
Solo el macho tendrá éxito si aprende la técnica de acercamiento sin que se dé cuenta, aprovechando los momentos de distracción de la hembra y congelándose cada vez que lo observa.
Una vez que un macho se las arregla para alcanzar a la hembra sin ser explotado, comenzará a aparearse.