Ya al cabo de un par de semanas, mediante una palpación del abdomen se comprende que la gata está embarazada, con una ecografía se puede comprender el número exacto de fetos.
Durante este período la futura madre estará más cariñosa de lo habitual y no necesariamente más hambrienta, pero en este caso hay que tener cuidado de no engordar demasiado, esto podría ocasionar problemas durante el parto.
Después del primer mes, el abdomen comenzará a hincharse, el gato se verá cada vez más incómodo.
la elección del lugar para el nacimiento
A medida que se acerca el momento, la gata buscará un lugar adecuado para parir, los cajones y los armarios son muy aspirados. Es deber del buen dueño construir una especie de cuna que la acoja durante el feliz acontecimiento que tendrá lugar entre sesenta y tres y sesenta y cinco días después del apareamiento.