Además de transmitirse por las uñas de los gatos (presumiblemente durante un rasguño, de ahí el nombre), también puede detectarse por contacto con una astilla de madera o una espina de rosa.
De hecho, es causada por un microorganismo llamado bartonella que entra en contacto con la sangre, si encuentra un sistema inmunológico débil, podría reproducirse y causar patología.
Síntomas en humanos
En humanos, los síntomas más evidentes son la linfadenitis, que es una inflamación de los ganglios linfáticos con el consiguiente aumento del volumen de estos últimos, sensación de malestar y fiebre. Se puede tratar con terapia con antibióticos.