En primer lugar, será necesario quitar la puerta de su asiento.
Luego colóquelo horizontalmente sobre caballetes de madera, si la puerta tiene aberturas acristaladas, enmascaradas con cinta adhesiva y cierre con papel para evitar que el vidrio se ensucie o raye.
Observe bien la superficie de la puerta, si hay agujeros o abolladuras, raspe el área con papel de lija y luego masilla para nivelar la superficie.
Ahora preparamos la imprimación para pintar, haciendo la superficie rugosa con papel abrasivo, luego la puerta debe ser espolvoreada y desengrasada con papel y alcohol.
Toda la puerta debe tener una apariencia opaca y suave, solo así la nueva pintura se adherirá bien.
Si ya se ha pintado, insista con papel para reducir el grosor de la pintura en los bordes para que la puerta no roce con el borde una vez que se haya vuelto a montar.
Repita las operaciones después de dejar que la pintura se seque muy bien al otro lado de la puerta.
Lijadora o decapante químico
La lijadora es útil para eliminar la pintura y hacerla opaca para volver a pintar, pero deberá insistir mucho para eliminar todo el espesor.
Si desea eliminar todo el grosor, es aconsejable aplicar el removedor de pintura en gel químico con el pincel y luego eliminar la pintura arrugada con una espátula de metal.