Durante la Edad Media, desde el siglo XI, el hogar todavía se colocaba en el centro de la habitación, particularmente en Francia y España, donde se construyeron enormes chimeneas levantadas del piso que reanudaron la costumbre de una "sala de chimenea".
Esta chimenea central sigue siendo parte de la tradición viva de Friulian, el llamado "focolar" con la campana colgando sobre la chimenea, en el techo.
La chimenea no solo era la fuente de calefacción, sino que también se usaba para cocinar colocando parrillas y calderos en ella para los platos.