Antes de emprender viajes largos, será necesario un análisis cuidadoso del estado general del automóvil.
Primero revisa el estado y presión de los neumáticos, recuerda que están en contacto con el suelo y garantizan la estanqueidad y por lo tanto deben estar en perfectas condiciones.
También revisa el motor, y sobre todo los niveles de aceite, agua, líquido de frenos y mientras estás en el líquido limpiaparabrisas.
También revisa la llanta de refacción, que esté inflada y que tengas la chaqueta reflectora, el triángulo, el gato y la llave para tuercas de rueda.
Si está en verano, revise el aire acondicionado; si se enfría, probablemente deba recargarlo.